Respira profundo antes de hablar y anota tus ideas. Si estas en esa reunión importante con el dueño de la empresa, opta por decir menos y escuchar más. La respiración te puede ayudar a controlar el impulso de intervenir a cada rato. Por eso, cada vez que venga una idea que quieres decir, respira profundo y pregúntate cuánto aporta la idea. Si sientes que es importante, dilo con confianza. Si sientes que puede esperar, mejor anótala y la compartes en otro momento.

Define las ideas clave que quieres transmitir en cada instancia. Evita que tus buenas ideas se diluyan entre todo lo que dices. Si estas presentando algo importante, ten claro los mensajes que quieres que las personas se lleven cuando termines, y refuérzalos a lo largo de todo tu discurso.

Elige como tu prioridad número 1 escuchar. Antes de entrar a la reunión, respira profundo y repite internamente que tu meta es escuchar lo que los demás dicen. Escuchar es una habilidad que separa a los líderes de los jefes. Es un hábito que hay que desarrollar constantemente, y que puede marcar la diferencia en tu carrera. ¡Sácale provecho!