La relación entre los monocultivos e incendios forestales en Chile
“Un bosque es más rico en biodiversidad y alberga diferentes formas de vida, a diferencia de las plantaciones forestales, que son monocultivos de una sola especie.”
Por Constanza Guajardo
¿Sabías que solo en 2021 se perdieron el equivalente a alrededor de 16 canchas de fútbol de árboles por minuto?
Admito que nunca he sido consciente de esta cifra porque sí, vemos noticias a diarios sobre cómo en planeta se está consumiendo, pero comprender que en cosa de minutos se pueden consumir hectáreas de árboles que les tomó años crecer, es deprimente y hace que inmediatamente salte a mi la duda:
¿Será posible reforestar el planeta a la velocidad en que se está quemando?
Hoy en día se pierden el doble de árboles a nivel mundial (3 millones de hectáreas) por incendios forestales en comparación a lo que se quemaba hace dos décadas, según datos de un informe elaborado por la ONG World Resources Institute. Para que todos lo entendamos: es como si cada año toda Bélgica se incendiara.
El caso de Chile registra un brusco aumento en la última década con un 245% más de hectáreas afectadas respecto al periodo 2001-2011 (y ojo que estas cifras no consideran los cientos de miles de hectáreas que se están quemando en estos momentos del año 2023)
La industria forestal y los monocultivos
Las plantaciones forestales cubren una superficie aproximada de 3,11 millones de hectáreas, equivalentes al 17,27% del total de bosques de Chile. Aproximadamente el 60% de esa superficie corresponde a pino radiata, el 33% a especies del género eucalipto y el resto a otras especies, tales como, átriplex, tamarugo y pino oregón.
Y pese a que podamos pensar (o yo lo hice en su momento de manera más ingenua) que es una forma de reforestar la tierra, hay que distinguir la diferencia entre plantación forestal y un bosque.
Un bosque es más rico en biodiversidad y alberga diferentes formas de vida, a diferencia de las plantaciones forestales, que son monocultivos, es decir, una plantación de manera industrial y uniforme en amplias áreas de una sola especie.
Incendios forestales
Ahora, considerando el debate que se ha dado en las últimas semanas sobre la causa u origen de los incendios forestales en Chile, muchas personas apuntan directamente a la industria forestal y a los monocultivos. Algo que coincide con la información presentada en el informe “Incendios en Chile: causas, impactos y resiliencia” que señala que el riesgo de incendios se concentra en “paisajes dominados por plantaciones forestales y, en menor grado, en aquellos dominados por bosque nativo. Cuando la proporción de bosque nativo es menor a un 50% en el paisaje, se observa una mayor ocurrencia de incendios“
Esta afirmación coincide con la realidad, las regiones más afectadas por los incendios del verano del 2023 fueron la Región del Biobío (que posee un 39,2% de bosque nativo y un 57,4% de plantación forestal), y la región del Ñuble ( que tiene un 38,4% y un 59%, respectivamente).
Un ejemplo claro de esta situación es el caso de la comuna de Santa Juana, ubicada en la región del BioBío en la carretera CH-156, más conocida como la Ruta de la Madera, que se transformó en una de las zonas más devastadas por los incendios forestales del año 2023.
La pregunta luego de presentar este panorama es ¿Cómo podemos mejorar la situación o mitigar este problema?
Una de las metas del ODS 15, busca luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con una degradación neutra del suelo.