Minka al ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico
“El verdadero crecimiento económico solo se dará cuando el trabajo doméstico y de cuidado sea reconocido y pagado de manera justa, porque de esta forma no será una imposición social, sino una decisión familiar.”
¿Cuántas veces nos preguntamos si nos valoran en nuestro trabajo? ¿Sentimos que ganamos lo suficiente por el trabajo que hacemos? ¿Cuál es la motivación que nos mantiene ahí?
Estas preguntas rondan la cabeza de muchas personas, y muchas decisiones las tomamos pensando en esto.
Sin embargo, en el mundo hay muchas personas que no logran cuestionarse estas cosas porque la necesidad de generar ingresos es fundamental para su supervivencia, y las oportunidades laborales son escasas cuando no se cuentan con las herramientas que exige el mundo laboral actual.
Trabajar para comer o por un techo es una realidad que se vive globalmente, y la industria de la moda ha sido constantemente cuestionada por las condiciones laborales que ofrece a sus trabajadoras (según Cleanclothes.org, las mujeres representan aproximadamente el 80% de la fuerza laboral en este rubro a nivel mundial). Algunos incluso la tildan de *esclavitud moderna.
* El término esclavitud moderna contempla al trabajo forzoso y el matrimonio forzoso. Ambos se refieren a situaciones de explotación a las que una persona no puede negarse o no puede abandonar debido a las amenazas, la violencia, la coacción, el engaño o el abuso de poder. El trabajo forzoso, según definiciones del Convenio de la OIT sobre el trabajo forzoso de 1930 (nº 29), se refiere a "todo trabajo o servicio exigido a una persona bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicha persona no se ofrece voluntariamente".
Por años hemos celebrado que en los años 60 las mujeres ingresaron al mundo laboral; sin embargo, 60 años después en Chile la realidad laboral de las mujeres es alarmante: solo el 46,6% está empleada, y de las mujeres que no trabajan de manera remunerada, el 33% no lo hacen porque tienen Responsabilidades Familiares Permanentes. (Fuente: Indicadores del Observatorio Laboral de Género del OCEC UDP, elaborados en base a datos procesados de la Encuesta Nacional de Empleo del INE)
Claramente, la situación de estas mujeres que deben trabajar desde sus casas de manera no remunerada está lejos de ser una situación cómoda y glamorosa. Por el contrario, es una situación de precariedad, estrés y dificultades. Muchas veces, sin la opción de elegir si quieren trabajar o no, y además sin ningún pago asociado por las actividades domésticas o de cuidado que realizan.
El sistema económico actual está subvencionado por estas mujeres que trabajan en sus casas sin remuneración y que no están en posición de preguntarse si es el trabajo que merecen o si se motivan a hacerlo. Son ellas las que permiten que otras personas puedan acceder a un trabajo remunerado y muchas veces ven mermado su desarrollo personal y profesional por esta razón.
Es por esto que Minka nace para generar oportunidades laborales para mujeres que tienen altas barreras para conseguir empleo. Hemos diseñado una oferta laboral flexible donde ellas pueden generar ingresos desde sus casas, sin dejar sus labores de cuidado o comunitarias.
En Minka hemos capacitado a 192 mujeres en distintas situaciones de vulnerabilidad (privadas de libertad, migrantes o de bajos recursos) en técnicas de reutilización textil y confección. Con la convicción de que aprender un nuevo oficio puede ser una puerta de entrada al mercado laboral y un gran paso hacia el descubrimiento de talentos y habilidades.
Creemos que el trabajo, además de generar un ingreso económico, debe ser una instancia de desarrollo personal, donde te sientas desafiada a crecer y motivada a conseguir otros objetivos. Es por eso que creemos que el verdadero crecimiento económico solo se dará cuando el trabajo doméstico y de cuidado sea reconocido y pagado de manera justa, porque de esta forma no será una imposición social, sino una decisión familiar.
Para nosotros, el trabajo decente es un trabajo remunerado para vivir dignamente, donde aprendes constantemente, donde te sientes libre de dar tu opinión y te sientes parte de un bien mayor, donde tú eres una pieza importante para que se lleve a cabo.
Como reflexión, te invito a preguntarte: ¿Cuántas mujeres dejaron su carrera laboral de lado para que tú alcances tus objetivos laborales? ¿Y crees que es justo que la trayectoria laboral de estas mujeres se vea mermada para que sus familiares surjan?