Estos prejuicios de género nos alejan de la igualdad
“Algunas mujeres no tenemos herramientas para detectar la opresión a la que vivimos sometidas, otras por el contrario, han crecido en espacios donde la conversación se daba de forma natural o tuvieron ejemplos de liderazgo en casa.”
Por Gisette Rosas
Hace unos días dando vueltas por Linkedin, me topé con un artículo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Brasil UNDP, que muestra las estadísticas del año 2023 en cuanto a inequidad de género y los sesgos en las normas sociales con respecto al trato hacía la mujer.
Lo que más me llamó la atención del texto, además de enterarme que no lograremos tener igualdad de género en el 2023, fue la aseveración de que “9 de cada 10 PERSONAS, entre hombre y mujeres, tienen normalizado al menos 1 de los 4 prejuicios más comunes alrededor del género” lo cuál, evidentemente, ayuda a mantener en la posición de ventaja al hombre cis. Importante destacar que en el informe nunca se habla de personas trans y eso es grave.
Se trata de una extensa investigación, donde se detallan temas como “¿Cómo cambian las normas sociales cuando las mujeres se convierten en líderes?” o “¿Por qué siguen existiendo estas ‘normas’ de género?”. Además comparten gráficos y estadísticas de las brechas salariales y educativas que aún nos siguen afectando.
En este artículo quiero dejarles una base informativa que pueda llevar a la reflexión individual, para que sepamos especificar esos sesgos de género que reproducimos como sociedad, y de qué forma podemos detectarlos en nuestro día a día.
El informe hace referencia al Índice de Normas Sociales de Género (GSNI), una herramienta estadística que determina las creencias sobre la igualdad de género en capacidades y derechos. Fue introducido por primera vez en el Informe sobre Desarrollo Humano 2019, y al centrarse en las creencias, los sesgos y los prejuicios, ofrece una descripción más a profundidad de las causas de la desigualdad de género que obstaculizan el progreso de las mujeres y las niñas en el mundo.
¿Cuáles son estos prejuicios o sesgos en los que se basa esa desigualdad?
Sucede que todxs estamos aprendiendo sobre la marcha y hablar de género, igualdad o equidad aún sigue siendo muy complicado. Vivimos en nuestro diario hacer tan ajetreado, que muy pocas veces nos detenemos a pensar en la forma en la que REPRODUCIMOS ciertos “ISMOS” como el sexismo, el machismo o el racismo… Una forma simple de revelar estos vicios en nosotrxs mismxs (PORQUE TODXS LOS TENEMOS) es analizando nuestra forma de hablar y de referirnos a otrxs. Algunas mujeres no tenemos herramientas para detectar la opresión a la que vivimos sometidas, otras por el contrario, han crecido en espacios donde la conversación se daba de forma natural o tuvieron ejemplos de liderazgo en casa. Sea cual sea el caso, la participación y el liderazgo de las mujeres en igualdad de condiciones son fundamentales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible antes de 2030 y se empieza desde nuestro trabajo individual y desmontar estos 4 prejuicios, puede ayudar más de lo que crees.
1.- Liderazgo en la política
Primero que nada encontramos los prejuicios en torno a la participación política, un 49% de los hombres considera que “los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres”. Y eso es COMPLETAMENTE FALSO, hay grandes ejemplos de buenas prácticas ejecutadas por mujeres en la política. Lo peligroso de este sesgo es que dificulta el proceso de ver a más mujeres en los espacios políticos, así como se hace más complicado el acceso a nuevas y mejores oportunidades en puestos de liderazgo. Este dominio masculino cis es global y se traslada también a los organismos internacionales, las organizaciones políticas multilaterales, incluida la Unión Europea. Incluso en la Iglesia católica las mujeres han estado tradicionalmente "relegadas a las sombras de su administración".
Eres de lxs que has dicho “Nah, es que las mujeres no saben gobernar” o algo parecido? Pues evítalo, porque estás alimentando un prejuicio que mantiene vivo al sexismo.
2.- Razonamiento financiero
En segundo lugar tenemos el prejuicio financiero. El informe indica que un 46% de la población encuestada considera que las mujeres “no son buenas para los negocios o que no deberían trabajar".
Este prejuicio no solo pone en riesgo la independencia económica de la mujer, sino que afecta considerablemente la participación de la mujer en la creación de negocios o emprendimientos innovadores, el aporte de sus conocimientos y el desarrollo de las comunidades más vulnerables. Por estas razones es importante educar equitativamente a las nuevas generaciones con respecto al dinero, las estrategias financieras y los negocios, y no que solo sea un “juego de niños”.
3.- Acceso a la educación
Este punto es el que tiene un porcentaje menor, lo cual es esperanzador (no tanto), pero tiene que ver con la educación. Un 28% de lxs encuestadxs piensa que la universidad es más importante para los hombres que para las mujeres. WTF? Imagínate crecer en una sociedad que piensa que no mereces recibir educación, eso sigue pasando en muchos países de este lindo mundo y es heavy. Un cambio positivo a este paradigma tan tóxico, puede lograrse mediante garantizar el acceso de las mujeres a una educación que refuerce la capacidad de acción y que nos anime a forjar nuestro propio futuro. Que haya reconocimiento de nuestros derechos y también que incorporen el respeto por nuestras identidades. Incluyendo además una representación que amplifique nuestro poder y nuestra voz.
4.- Integridad física
Como cuarto prejuicio nos encontramos con el dato más alarmante de todos, y está relacionado con los sesgos respecto a nuestra integridad física. Todas las normas sociales de género sesgadas son potencialmente perjudiciales, pero quizá ninguna tenga un impacto más directo en la capacidad de acción y el bienestar de las mujeres que las que conducen a la violencia en contra de las mujeres y las niñas. En la actualidad, más de una cuarta parte de la población mundial cree que está justificado que un hombre pegue a su mujer. Una proporción similar (26%) de mujeres mayores de 15 años ha sufrido violencia por parte de su pareja. Incluso las normas sociales no vinculadas explícitamente a la violencia pueden dar lugar a violencia contra las mujeres y las niñas. Por ejemplo, las normas sociales que apoyan el control social o físico de los hombres sobre las mujeres (incluso sobre sus bienes) pueden aumentar el riesgo de violencia de pareja o abuso sexual, frases como “yo te compro la casa, traigo la comida a la mesa o yo protejo a mi familia”, aunque parezcan inofensivas son expresiones que además de establecer una estructura de poder, en muchos casos son solo la punta del iceberg lo cual puede conducir a una situación potencialmente violenta para una mujer y la familia.
Impresionante ¿no?
El informe está disponible para quien quiera leerlo aquí, tiene 44 páginas en inglés y finaliza con gráficas y porcentajes detallados por país, por género y por cada uno de los prejuicios. Los países con menos sesgos de género son los territorios del norte global, en Latinoamérica Argentina y Uruguay tienen los valores más bajos en cuanto a estos prejuicios de género.
Si te gustó, recuerda que hablo de este y otros temas relacionados con la identidad, el antirracismo y la cultura en mi podcast "Negra Como Yo”, disponible en Spotify, IVOOX, Google Podcast, Apple Podcast y por supuesto en Youtube. También estoy en todas las redes sociales con Negra Como Yo, donde podemos ampliar la conversación y conectar.
*Nota: El estudio está basado en 80 países y territorios con datos de la Encuesta Mundial de Valores, que representan el 85% de la población mundial.
*Fuente: Oficina encargada del Informe sobre Desarrollo Humano a partir de datos de la Encuesta Mundial de Valores.
