¿Existe conexión entre los ODS y la espiritualidad?
“No podemos seguir esperando que los gobiernos o las empresas se hagan cargo por nosotros. Alcanzar los ODS, de aquí al 2030, va a requerir de un compromiso por parte de todos los actores de la sociedad, y eso nos incluye a nosotros, los ciudadanos.”
Por Lunín Pereda
Se termina el año 2022 y diciembre suele ser una época para compartir, agradecer, reflexionar y poner atención a nuevos desafíos. Y en ese proceso de reflexión he visto cómo la óptica de la espiritualidad (consciencia) se ha convertido en una herramienta clave. Entonces, decidí hacerme la pregunta: ¿existe algún punto de conexión entre la espiritualidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?
Hace unos días, estaba conversando con un amigo que es muy apasionado por la política internacional. Él me comentaba que tenía sus reservas con el tema de los ODS, porque considera que son el reflejo de una agenda política, más que de una verdadera intención de los gobiernos de generar bienestar a todas las personas. Y sí, tiene un punto válido. Son muchos los políticos en ejercicio que dejan mucho que desear, por lo que, es una respuesta lógica dudar de sus intenciones.
Otra colega planteaba algo similar sobre el sector privado. Me decía que las políticas de responsabilidad social usualmente respondían a un tema reputacional. No considera que exista una intención real de generar un impacto positivo, más allá de conseguir una ganancia en imagen para su marca. Y sí, también tiene un punto válido. En repetidas oportunidades, hemos visto a corporaciones tratando de sacar provecho reputacional a partir de iniciativas dudosas, dando vida a temas como el greenwashing.
En lo personal, me considero una activista en favor de los ODS. He liderado diversos proyectos que buscan aportar a la consecución de estos objetivos. Incluso, he dedicado tiempo y esfuerzo a educar sobre los mismos, a través de artículos, charlas, talleres y más. Entonces, estas conversaciones me pusieron frente a un gran dilema:
¿estoy realmente contribuyendo a transformar realidades o sólo le estoy haciendo el juego a una agenda política que no pretende dar soluciones verdaderas? ¿esto qué significa para mí?
Esas preguntas quedaron en mi cabeza sin respuesta por un tiempo, haciéndome dudar de si estaba en el camino correcto. Ahora, desde la óptica de la espiritualidad, finalmente conseguí una respuesta.
Este año hice varios cursos. El primero fue de “Relaciones conscientes” con Cristina Sorgi. Después hice dos: “Despierta tus finanzas” y “Despierta tus inversiones” con FintelHub. En pocas palabras, son programas diseñados para ayudarte a alcanzar el “bienestar financiero” a través de un cambio de consciencia sobre la abundancia y el dinero. Finalmente, hace unos días terminé el programa: “All Set: 28 días de alimentación consciente”.
Aunque los temas fueron diversos, todos tuvieron algo en común: consciencia. No me considero la más experta para hablar de estos temas, pero en este tema del “despertar de consciencia”, creo que hay una lección que se repitió en todos los cursos: Hazte responsable. Nadie puede mejorar tus relaciones más que tú, nadie puede mejorar tus finanzas más que tú, nadie puede mejorar tu alimentación más que tú. Hazte cargo.
Y es en este punto donde la espiritualidad, o “despertar de consciencia”, se conecta directamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Si aspiramos a poner fin a la pobreza, obtener educación de calidad, alcanzar la igualdad de género, reducir desigualdades, y el resto de las metas que nos plantean los 17 ODS, entonces todos tenemos que hacernos responsables. Así como nos planteamos metas en el trabajo, o en nuestras finanzas personales, tenemos que empoderarnos de estos objetivos.
No podemos seguir esperando que los gobiernos o las empresas se hagan cargo por nosotros. Alcanzar los ODS, de aquí al 2030, va a requerir de un compromiso por parte de todos los actores de la sociedad, y eso nos incluye a nosotros, los ciudadanos.
António Guterres, Secretario General de las Organización de Naciones Unidas, mencionó que:
“la transformación es posible y está sucediendo ahora mismo, en tantos lugares, con tantas innovaciones, y con el compromiso de tantas personas”.
Entonces, volviendo sobre el gran dilema que tenía, la respuesta es simple: Sí estoy contribuyendo a transformar realidades, me hago responsable de mi parte y genero impacto desde mi espacio de influencia.
No tengo certeza, ni puedo controlar, las intenciones de los gobiernos o las empresas para hablar de los ODS. Lo que sí puedo controlar es la intención que le pongo yo a cada acción que realizo por mi comunidad. Desde ese lugar, es que contribuyo a la construcción de una sociedad más próspera en la que todos podamos surgir. Y sí, yo sola no puedo hacer la diferencia, pero sí puedo hacer algo, y contar con que cada vez seremos más haciendo algo.
¿Qué puedes hacer tú este 2023 para empoderarte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
Conoce más sobre los 17 ODS y sé voluntario en la causa que más te interese. Puedes buscar oportunidades de voluntariado en portales como LinkedIn o Idealist.
Genera tu propio espacio de voluntariado. Si no consigues ninguna oportunidad que te llame la atención en los portales web, puedes tomar tú la iniciativa. Define la ONG a la que quieres ayudar (¿qué causa te apasiona? ¿quién genera impacto en esa causa?). Luego, contáctalos y sé específico sobre la forma en la que les puedes ayudar (donación, asesoría, tiempo). Listo, ¡manos a la obra!
Enseña sobre los ODS. Si no te decides por una causa y lo que te gustaría es ayudar a que más gente se interese sobre estos temas, entonces organiza jornadas para enseñar sobre los ODS. Esto lo puedes hacer en tu empresa, universidad, o incluso en tu colegio.
Mi resumen del año en una palabra: Empoderamiento. Para este 2023, mi invitación es a que dejemos de esperar a que alguien más lo haga por nosotros y nos movamos a la acción. Vamos a ponerle intención a los ODS, porque construir la sociedad que soñamos es un trabajo de todos.
Nuestras acciones hacen la diferencia, sea para transformar la sociedad o nuestra vida. ¡Feliz año nuevo! 😊