Desnutrición y obesidad en Chile: 2 caras de la misma moneda

ODS

“Si analizamos los resultados de las Encuestas de Protección Social de los años 2009 y 2015, estas concluyen, entre otros aspectos, que mientras más años de educación tiene una persona en Chile, menor es el índice de masa corporal (IMC).”


Este artículo fue publicado por primera vez el 29 de junio de 2022 en LinkedIn

Por Constanza Guajardo

La malnutrición en Chile siempre ha sido un tema. Sin embargo, con la propagación de una pandemia a nivel global, estos problemas se acentúan. Hoy en nuevo artículo, hablaremos sobre la situación actual de la desnutrición y obesidad, y cuáles son las propuestas para erradicar este problema.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirmó que la pandemia del Covid-19 tuvo un gran impacto en la dieta de las personas. En un informe, reveló que la población chilena que sufre subalimentación (hambre de forma constante) alcanzó un 3,4% entre 2018 y 2020, comparado con 3,1% entre 2004 y 2006. Es decir, a nivel nacional afectó a 600 mil personas entre esos años.

Sin embargo, la emergencia sanitaria podría elevar ese número a más de un millón, situación que representaría un retroceso hasta los números de 1990, tiempo en que Chile reportó aproximadamente un millón 200 mil personas subalimentadas. Desde esos años hasta ahora, el total de subalimentados se ha mantenido, con un país entero acostumbrado a tener medio millón de personas hambrientas.

A partir de los años 90, se popularizó en Chile el consumo de la “comida rápida”, este cambio en la dieta de la población tuvo como hito la apertura del primer McDonald's en noviembre de 1990. La malnutrición de la población comenzó a vincularse al consumo excesivo de comidas no saludables.

 

El hambre y desnutrición: niños y niñas en peligro 🍽️

En mayo del 2020, a inicios de la pandemia del Covid-19, apareció el mensaje “hambre” en el edificio de Telefónica, una intervención a cargo del estudio de diseño Delight Lab, que buscaba visibilizar una realidad en nuestro país durante una jornada de manifestaciones en Santiago.

Durante la pandemia, miles de familias se vieron afectadas debido al alza en los precios de los alimentos. Por lo que se multiplicaron a nivel nacional, las ollas comunes como una forma de sobrevivir en los sectores más vulnerables del país.

Según datos del Mapa Nutricional de la Junaeb 2020, la desnutrición infantil (en Chile) aumentó a un 2,6% en 2020. Durante los últimos años, el país ha presentado cifras optimistas en cuanto a desnutrición infantil comparado a otras zonas de América Latina, de acuerdo a información publicada por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina (Cepal). Por eso, el incremento evidenciado por la Junaeb preocupó a muchas personas.

Niños y niñas estudiaron en casa debido a la pandemia, muchos de ellos que son beneficiarios del programa de Junaeb tuvieron que adaptarse a las nuevas condiciones, que incluían una canasta de alimentos de manera periódica cuyo contenido variaba debido a la administración del programa y la disponibilidad de los productos.

 

Obesidad y sobrepeso: consecuencias de la brecha socioeconómica y de género 🍟

En la otra vereda, hace no muchos años que aparecían rankings que situaban a Chile dentro de los primeros lugares de países con mayor índice de obesidad. La Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, indica que un 34,4% padece obesidad, cifra que es 15% más alta que el promedio de los 38 estados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (19,4%).

Entre las principales consecuencias de la pandemia en aspectos de salud y nutrición, están que muchas familias se ven obligadas a comprar a crédito alimentos de mala calidad que generan serios problemas para la salud, como el sobrepeso. La OCDE en su informe “La Pesada Carga de la Obesidad-La Economía de la Prevención” (2019), confirmó que Chile se posiciona como el país más obeso, con un 74,2% de personas mayores de 15 años afectadas por el sobrepeso o la obesidad.

Este informe anticipa que para el 2050 la expectativa de vida en Chile disminuirá 3,5 años a causa de la obesidad si no se toman cartas en el asunto.

Estas son las cifras generales, pero al observar en detalle se aprecia un factor socioeconómico en la obesidad en Chile. Si analizamos los resultados de las Encuestas de Protección Social de los años 2009 y 2015, estas concluyen, entre otros aspectos, que mientras más años de educación tiene una persona en Chile, menor es el índice de masa corporal (IMC). Según la Encuesta Casen 2017, por cada cinco años de aumento en la educación, el IMC disminuye en 1 punto.

Un estudio del Centro de Investigación en Sociedad y Salud de la U. Mayor revela que un 40% de la población nacional tiene sobrepeso (exceso de peso corporal en relación con su edad, estatura y sexo, definido por un IMC igual o superior a 25), además, una de cada cinco personas padece obesidad (exceso de peso debido a una acumulación de grasa corporal, definida por un índice de masa igual o superior a 30). Tanto en el sobrepeso como en la obesidad, detectaron diferencias según género: hay mayor sobrepeso en hombres, mientras que la obesidad es más prevalente en mujeres. 

 

¿Posibles respuestas? 🤔

Para prevenir y reducir la obesidad y el sobrepeso de la población se han creado programas como Elige Vivir Sano, que busca promover hábitos y estilos de vida saludables para mejorar la calidad de vida, a través de iniciativas que fomenten los pilares de: alimentación saludable, actividad física, vida al aire libre y vida en familia. 

En esta misma línea, hace varios años que entró en vigencia la Ley 20.606 de etiquetados que busca simplificar la información nutricional de los componentes de los alimentos relacionados con la obesidad y otras enfermedades no transmisibles, incluyendo los ingredientes y aditivos que contienen. Además se deberá informar, al menos, los contenidos de energía, azúcares, sodio y grasas saturadas. Esta ley también incluye la prohibición de personajes o figuras en los productos catalogados como “Alto en…”. Esto con el objetivo de desincentivar el consumo de alimentos que pueden ser perjudiciales para la salud de niños y niñas.

La iniciativa del etiquetado frontal fue replicada en varios países de Latinoamérica como Argentina, México, Perú, Uruguay, Ecuador y Bolivia. A estos países de Latinoamérica se suman Estados Unidos y varios países de Europa.

Un último proyecto de ley, presentado en noviembre de 2021, busca establecer la obesidad como una enfermedad crónica. Así mismo, la Política Nacional de Alimentación Saludable y la Prevención de la Obesidad tendrá por objetivo la promoción y regulación de alimentos procesados saludables; la promoción de una dieta saludable; la prevención y control de sobrepeso y obesidad; la vigilancia epidemiológica del sobrepeso y obesidad; y estrategias de cobertura y financiamiento para el tratamiento de la obesidad.

Pese a la variedad de iniciativas que buscan combatir la obesidad y sobrepeso en Chile, escasean aquellas que están enfocadas directamente en la desnutrición y subalimentación. Atrás quedaron proyectos como el programa "Medio Litro de Leche", una de las políticas públicas más emblemáticas del gobierno del expresidente Salvador Allende. La iniciativa ayudó a reducir la desnutrición en el país y fue un modelo para otros países de América Latina, y sobrevive con cambios, hasta la actualidad.

En definitiva, es claro que aún queda mucho camino en esta materia:  nuevas iniciativas y nuevas políticas públicas enfocadas en las causas multifactoriales de las problemáticas, pero también concientizar a más personas sobre los riesgos y estigmas de la malnutrición.

 
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