El dolor de ser negra y la alegría de ser afrolatina

ODS

 Mi misión de vida ha sido comunicar estas experiencias de la realidad que vivimos los afrolatinos. Creo que mientras más personas sepan lo que sentimos, más empatía y antiracismo habrá.


Por Gisette Rosas

Uno de los obstáculos más grandes con los que me he estado topando en este viaje del activismo es el de encontrar un justo balance entre mis ganas de reivindicar los valores afrolatinos y la crianza que recibí como mujer negra en Latinoamérica. 

Es probable que esta experiencia no te resuene pero yo igual te cuento, no te preocupes. Ser una persona negra es balancearse sobre una línea muy delgada entre la identidad y el contexto. 

Durante nuestro desarrollo, las personas afrodescendientes en Latinoamérica vamos fluctuando entre muchos referentes y códigos distintos que probablemente nos hagan relacionarnos o no con los valores afro. Con ‘afrodescendiente’ me refiero también a las personas que quizá físicamente no tengan rasgos afro, pero su cultura y comportamiento viene de códigos mayormente vistos en la comunidad negra como la forma de expresarse, el léxico, entre otros. 

Se da el caso también de personas que tienen el pelo rubio (rasgo característico del fenotipo europeo) pero la textura de dicho pelo es afrorizada (tipos 3 o 4). Este post de Africanize lo explica mejor. 

En cualquier rincón de Latinoamérica desde México hasta La Patagonia se pueden encontrar distintos fenotipos, crianzas, conexiones ancestrales y formas de cultura que quizá confundan a otras comunidades más hegemónicas, y este vacío viene dado por la falta de representación y  diversidad. 

El hecho de que en nuestros pueblos haya existido un “mestizaje”, aunque violento, genera muchísima confusión identitaria, porque como se dice popularmente, aunque erróneo, “venimos de una mezcla”. Esta mezcla la puedes ver en todas partes, tanto en los distintos niveles económicos como en las características físicas de una persona, y es por ello que las generaciones actuales nos estamos cuestionando todo a nuestro alrededor, porque ya queremos vencer ese status quo que por años se nos ha impuesto. 

Siempre, y esto es lo que queremos erradicar, se ha beneficiado a quiénes tienen rasgos eurocentrados que son socialmente aceptados, como pelo liso, nariz delgada, ojos claros, labios y cuerpos pequeños. Esta dinámica ha minimizado a otra parte de la población que ha crecido aspirando ser alguien diferente porque no se ve mostrado en ninguna parte. Es decir, crecemos con la distorsión psicológica de que no existimos o de que hay algo mal en nosotros y lo tenemos que cambiar.  

Ser afro en Latinoamérica 👩🏽‍🦱

Los afrolatinos nos hemos desarrollado sintiéndonos menos que la comunidad negra en los Estados Unidos, y es que además de vivir el racismo por ser una persona negra, también vivimos la discriminación por nacer en un país “sub-desarrollado” y por migrar, cosa que sucede similarmente en el continente africano. 

Ilustración de Anna Lee/Nubian Message

A nuestras comunidades se nos ha minimizado al punto de que nuestra crianza viene desde ese complejo de inferioridad fortalecido por los lugares de poder hegemónicos en nuestra región y los países del “1er mundo”. Al mismo tiempo navegamos entre intersecciones, es decir, puedes experimentar el privilegio de haber sido educade en un colegio de clase alta, con acceso a una formación de buena calidad, pero vivir en una zona marginada de la ciudad. Estas dos combinaciones son muy comunes en la sociedad latina, y está basada en la necesidad que tienen los padres de que sus hijos tengan mejores oportunidades en el futuro. A nivel identitario ser una persona con carencias económicas que hace vida en una colegio donde la mayoría de los estudiantes tienen un alto poder adquisitivo, genera grandes alteraciones con respecto a la identidad. 


Estos desencuentros en la personalidad se experimentan tanto positiva como negativamente. 

Por un lado, algunos no vemos este sufrimiento como algo malo, sino como la gasolina que nos motiva a seguir y ser mejores. Otros por el contrario pueden paralizarse, la inseguridad de no saberte válido produce una serie de conflictos emocionales que no permiten el correcto desarrollo de una gran parte de la población. Esta última es la consecuencia más común en la región. 

Crecer teniendo referencias de éxito relacionadas con el poder adquisitivo, la belleza hegemónica o el conocimiento invalidan la realidad de quiénes no gozan de estas ventajas dentro de la sociedad. Estas son referencias construidas desde los espacios de poder para mantener una supremacía que tiene más de 400 años vigente. 

Comunicarnos desde la conexión 🗣️

 Mi misión de vida ha sido comunicar estas experiencias de la realidad que vivimos los afrolatinos. Creo que mientras más personas sepan lo que sentimos, más empatía y antiracismo habrá. Poco a poco sigo descubriendo cómo hacerlo cada vez mejor, a través de la plataforma Negra Como Yo intento visibilizar esta realidad que se da a lo largo y ancho del continente, mostrando nuestra cultura, nuestros aportes y nuestros valores. 

En cada entrevista descubrimos aspectos interesantes de la conducta humana y de la cultura afrolatina, logrando dibujar episodio tras episodio un mapa de cómo fuimos criados y que podemos hacer TODOS, sin importar el color de piel, para mejorar como sociedad. 

A diferencia de otras identidades, la comunidad afrolatina goza de una energía positiva que ha ido conquistando espacios. Artistas como Bad Bunny, (piel clara, pelo afrorizado), Amara La Negra, Angela Dass o ChocQuibTown hablan de la identidad afrolatina con orgullo, alegría y respeto, facilitando la comunicación pero al mismo tiempo haciendonos ver la discriminación que sufren nuestras comunidades. 

Bad Bunny, Amara La Negra, Angela Dass y ChocQuibTown

Si hablamos desde el dolor también conectamos, pero nos debilitamos durante el proceso, por eso es tan difícil encontrar ese balance. Los afrolatinos TENEMOS una fórmula ganadora: la música. En los últimos años el reggaeton ha sido el estilo musical que más dinero ha producido en la industria, y este género es AFROLATINO. Sus bases son la combinación de diversos elementos de la música afro en el continente americano, el hip-hop, la bachata, el dembow son algunos de los ejemplos que podemos ver en los grandes éxitos de este género. 

Yo prefiero hablar desde la alegría de existir, de estar aquí, celebrar a nuestros ancestros que sobrevivieron para darme la existencia, los valores y los saberes. Y si, somos discriminados día a día, en todo momento, pero esto ya lo sabemos así que mejor avanzar, triunfar y ayudar a los tuyos en el camino.

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