Empresas y diversidad: el orgullo como marketing
“Pero ¿es la fecha? ¿son las empresas? ¿el orgullo como marketing? ¿cómo se puede celebrar cuando los niveles de violencia hacia la diversidad se elevan cada año, especialmente en Latinoamérica?”
Este artículo fue publicado por primera vez el 10 de mayo de 2022 en LinkedIn
Por Juan Alfaro
Denominaciones como “capitalismo rosa”, “pink-washing” o “rainbow-washing” a menudo surgen durante el 28 de junio, la fecha que conmemora los disturbios de Stonewall, en Nueva York, estableciéndose en la agenda internacional como el “inicio de la lucha por los derechos de los homosexuales”, una afirmación que de por sí también es controvertida, te lo explicaré más adelante.
Pero antes, entremos en contexto, se entiende por “pink-washing” cuando personas, gobiernos o empresas, que no realizan un trabajo para apoyar a las comunidades LGBT+ en cualquier otro momento del año, ocupan la bandera de colores en el mes de junio y se llaman así mismos “aliados”.
¿Un gran ejemplo de esto? El portal estadounidense Popular Information, reveló el 2021 que 25 grandes corporaciones que modificaron su logo con un arcoíris, y patrocinaron desfiles del orgullo durante el mes de junio, donaron más de 10 millones de dólares a las campañas de políticos anti-LGBTIQ+ en Estados Unidos, en los últimos dos años.
En este punto, el rol de las personas y las redes sociales juegan un papel importante. Ya que es en las redes donde las empresas se relacionan con la comunidad y se exponen a las exigencias y la presión social. No lo digo yo, lo dicen nuevamente los estudios. El reporte Earned Brand de Edelman de 2018, señaló que los consumidores estadounidenses esperan que las marcas tomen una postura ante temas sociales. Al menos dos tercios de los consumidores así lo desean, pues se les considera compradores motivados por las creencias.
Algunas empresas sí han hecho cambios en sus políticas, implementando protocolos y evitando el sesgo a la hora de contratar personal, tales son los casos de Visa, IKEA y Google. Algo que va más allá del 28 de junio y de cambiar los colores de sus logos.
Pero ¿es la fecha? ¿son las empresas? ¿el orgullo como marketing? ¿cómo se puede celebrar cuando los niveles de violencia hacia la diversidad se elevan cada año, especialmente en Latinoamérica?
Basta de estudios, reflexionemos un poco 🤔
El 28 de junio es un día que causa múltiples interrogantes en la llamada “diversidad” o “comunidad LGBTIQ+”, (estos últimos dos términos también son cuestionados en la actualidad). Establecer esa fecha como el “inicio de la lucha por los derechos de los homosexuales” invisibliza de lleno a otros cuerpos que se escapan de lo heteronormativo, como las personas trans, no binarias, bisexuales, y un gran abanico más.
En los países de Latinoamérica, con una historia y realidad sociocultural totalmente distintas al país del norte, también se mira con reticencias a lo establecido como el día del “orgullo”. Pues la conmemoración del 28 de junio, deja de lado otras fechas muy importantes que ocurrieron en nuestra historia sudamericana. Sin ir tan lejos, en Chile, en abril de 1973 se tiene el primer registro de una manifestación en la ciudad de Santiago, pasando a la historia como “La revuelta de las locas”.
Los diarios y revistas de la época dieron cuenta de esto mediante titulares como: “Rebelión homosexual: Los raros quieren casarse” de revista VEA, y “Ostentación de sus desviaciones sexuales hicieron los maracos en la Plaza de Armas”, del diario El Clarín.
Sin duda lo establecido como “Día del orgullo”, está envuelto en diferentes reflexiones y cuestionamientos, que se deben apoyar con base en la historia latinoamericana de las locas, sin despreciar la memoria de aquellos que lucharon aquel 28 de junio en Nueva York, y que comparten una vivencia histórica común, pero que se aleja de la realidad del denominado “tercer mundo”.
Esa discusión da para muchísimos artículos más, pero debemos pensar dos veces antes de llenarnos de arcoiris y colores, ya que replantear una lucha histórica, abre espacio a contextos sociales de países que escapan del primer mundo, construir nuevas realidades y evaluar el papel de las empresas en causas donde consumir no lo es todo.
Si quieres saber más al respecto y escuchar algo entretenido mientras reflexionas sobre esto, te recomiendo el podcast Weona Que Creici, especialmente el capítulo titulado “Día de la dignidad LGBTIQ+”.